En 1953, los Eames proyectaban el Hang it all, un perchero ligero y colorido que se puede poner tanto en la pared como en las puertas pensando en los niños, de ahí su nombre (cuélgalo todo) y que los adultos nos hemos adueñado.
Mira esta réplica en casa de un amigo:
Nuestro homenaje en miniatura está muy conseguido, ¿verdad?
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